Las tormentas Eta y Iota dejaron en Guatemala destrucción, hambre y muerte. Mostraron la vulnerabilidad de la población y las omisiones del Estado frente a los fenómenos naturales.  

 

Medio año después, los efectos de Eta e Iota continúan. También sigue el abandono, la inseguridad y la vulnerabilidad de la población.

Un país vulnerable

Los fenómenos son naturales, los desastres son humanos. Un análisis de lo que ocurre con las tormentas, el cambio climático y cómo prevenir a futuro.

54

personas fallecidas

100

personas desaparecidas

1

personas afectadas

85

viviendas dañadas

136

hectáreas de cultivos dañadas

111

Quetzales gastados en atender la emergencia

Un proyecto de:

Con el apoyo de:

SIF-BL

Guatemala, mayo 2021